Esta tarde no podemos salir… o estamos de vuelta y los niños nos persiguen por los rincones repitiendo que no tienen nada que hacer y que se aburren. Ya han jugado un rato a sus juegos favoritos, ya han releído su Caracola… ¿Qué podrían hacer para entretenerse hasta la hora de la cena? Esperamos que estas sencillas propuestas, testadas con niños y muy de su agrado, ayuden. Son 8 actividades para entretener a los niños en casa.
2 cosas para hacer con NADA
La frase sin fin: El primer jugador dice una palabra; el segundo la repite y añade otra; el siguiente repite las anteriores y añade una más… Puede surgir una historia muy divertida o sin sentido alguno, pero es un estupendo ejercicio de concentración y de memoria.
¡Ni una palabra!: Cuando se hace mimo, no se puede hablar. Empiezas tú, sujetando entre las manos un balón imaginario: bótalo, hazlo girar sobre un dedo, dale pataditas con la rodilla o con el pie, lánzalo y recógelo de vuelta… Luego, pásaselo a tu hijo o tu hija, que tiene que jugar con él un poco, antes de pasárselo al siguiente jugador. Después del balón, se puede jugar con un palo, con una caja, con un pañuelo…
2 cosas para hacer con PAPEL y ROTULADORES
Personajes estrafalarios: Corta por la mitad, a lo largo, una hoja de papel tamaño A4, de forma que queden dos tiras alargadas. Se da una tira a cada jugador. En la parte de arriba de la tira, el primer jugador dibuja una cabeza con detalles (pelo, ojos, boca…, incluso un sombrero). Luego, dobla la tira para ocultar la cabeza y dejar a la vista sólo el cuello. El segundo jugador añade el busto (con detalles) y dobla la tira para dejar a la vista sólo la cintura. El siguiente dibuja el abdomen y los muslos y dobla el dibujo dejando a la vista sólo las rodillas. El siguiente dibuja el resto de las piernas y dobla la tira dejando a la vista sólo los tobillos. Por último, el jugador al que le toque dibuja los pies. Seguro que el personaje dibujado es bastante… ¡original! ¿Qué nombre se le podría poner? ¡Todos a pensar!
Una silueta de papel. Extiende en el suelo un rollo de papel kraft o un mantel de papel y pide al niño que se tumbe encima, bocarriba, con las piernas un poco separadas. Con un rotulador grueso, dibuja su silueta. Al niño le tocará acabarla dibujando y coloreando el pelo, la cara, la ropa, los zapatos… ¡No se puede olvidar nada! Una bonita forma de decorar la puerta de su cuarto y de tomar conciencia de su cuerpo y de las proporciones.
2 cosas para hacer con lo que hay en la COCINA
Figuritas de pasta de sal: Para hacer la pasta, mezcla 1 vaso de sal fina, 2 vasos de harina y 1 vaso de agua. Para colorearla, se puede usar colorante alimentario (si quieres que las figuritas sean comestibles pero, ¡cuidado!, esta pasta es muy salada) o, si no, un poco de témpera. Para fomentar la creatividad de los niños, es mejor limitarse a dos bolas: una de color neutro y la otra coloreada. Hay que modelar figuras pequeñas. Al día siguiente, mételas en el horno a 100º C (el tiempo de horneado depende del tamaño de las figuras).
Joyas con pajitas de colores: Corta en trozos pequeños unas cuantas pajitas de colores. Pueden cortarlas los niños mismos con las tijeras adecuadas para ello. Luego, tienen que ensartarlas en hilo o en cordel para hacer collares y pulseritas.
2 cosas para hacer con lo que hay en el CUARTO DE BAÑO
¡El poder de la esponja!: Da a tu hijo una esponja limpia y dos barreños. Coloca los dos barreños juntos y llena de agua uno de ellos. El niño tiene que trasladar el agua del lleno al vacío, en el menor tiempo posible, utilizando sólo la esponja. En una edad en que la experimentación es apasionante, esta actividad resulta útil para entender el principio de saturación. ¡Y para aprender a escurrir!
Jugar al fútbol con algodón: ¡Qué balón tan ligero! ¿Quién logrará soplar lo bastante fuerte la bola de algodón para meter un gol a su adversario al otro lado de la mesa?