¿Vuestro hijo empieza primero de Primaria? Te ofrecemos 10 consejos muy simples para acompañarlo por el camino de la lectura a lo largo de este importante curso escolar.
Diez consejos para aprender a leer en primero de Primaria
1) Ayudar al niño a dominar el lenguaje oral
Para tu pequeño de primero de Primaria, el lenguaje es ya una vieja historia. Sin embargo, cuando llega el momento de descubrir la palabra escrita, el dominio del lenguaje oral es crucial. Establecer un vínculo entre una cosa y su nombre, utilizar las palabras adecuadas para describir lo que ha hecho durante el día, explicar. No dejes de corregirle cuando utilice giros inadecuados y proporciónale las palabras que le faltan. Cuanto más cerca están la lengua hablada y la lengua escrita, más fácil es para el niño pasar de una a otra.
2) Conservar la calma: la lectura es una aventura que requiere tiempo
“¡Ah, empiezas primero de Primaria, vas a aprender a leer!”. Sí, este curso es el momento clave para el aprendizaje de la lectura. Pero en la Educación Infantil ya han preparado progresivamente a tu hijo para los aprendizajes fundamentales (adquisición del lenguaje, trabajo en grupo, actividades sensoriales, descubrimiento del mundo). El aprendizaje de la lectura continuará en segundo y a lo largo de toda la Primaria, con la profundización de la comprensión. De modo que no tiene sentido meter demasiada presión.
3) Dejar que avance a su ritmo
Cada niño aborda la lectura a su manera y a su ritmo, en función de su personalidad, de su marco familiar y de la organización establecida por el docente en clase. Es normal que haya diferencias de rapidez entre los niños: ¡los alumno de primero no aprenden a leer todos el mismo día! Y hay que mantenerse alejado de los comentarios que se oyen a la salida del cole (“Pues el mío ya se ha leído todo Harry Potter”).
4) Dar confianza y alentar al niño
Todos los niños aprenden a andar, a hablar, a no hacerse encima sus necesidades… Sin embargo, por primera vez desde que terminó la Educación Infantil, tienes la sensación de que tu hijo puede enfrentarse a un fracaso. Es verdad, aprender a leer es difícil. Hay que repetir, entrenarse, rectificar a menudo… Al principio, la lectura es tan lenta que el sentido se deshilvana y se pierde. Sin embargo, tu hijo está preparado para superar este reto que va a cambiar su vida para siempre. La mejor ayuda que puedes prestarle es estar convencidos de ello.
5) Confiar en el docente
Tu hijo está en buenas manos y su docente tiene la formación adecuada para enseñarle a leer. Es maestro o maestra de Educación Primaria y sigue los programas oficiales. Gracias a sus conocimientos y a la relación que crea con sus alumnos, sabe lo que hace y adónde va. Confía en él o en ella y no intentes anticiparte, eso podría poner a tu hijo en una situación incómoda. Y si el docente te da consejos, síguelos.
6) Seguir leyendo cuentos por la noche
La lectura en voz alta, mano a mano, ¡es una delicia! Que tu hijo esté empezando a leer solo no es motivo para privarle de ese momento de complicidad. Además, hay un desfase entre lo que el niño puede leer solo y la multitud de temas que le interesan. Todavía va a necesitar durante mucho tiempo que le facilites el acceso a textos complicados para él.
7) Respetar las lecturas que ha seleccionado
Puede que a tu hijo le atraigan textos que tú no escogerías. Lo importante es que le apetezca leerlos: no le reproches que lea un libro porque “no es serio” o porque “es de bebés”. Si le gusta, es el libro que le conviene.
8) Convertir la lectura en un juego
En el colegio, tu pequeño de primero de Primaria trabaja duro. Por eso, por la tarde, después del ratito de lectura recomendado por el docente, no hay que obligarle a continuar. A cambio, puedes improvisar mil juegos en torno a la lectura: descifrar una caja de cereales y los letreros de las tiendas, desentrañar una receta de cocina, leer un cuento a dos voces, escribir una postal a la abuela, dejar una nota en la mesa de la cocina para mamá que hoy vuelve tarde a casa… La lectura forma parte de la vida y a tu hijo le admira tener por fin acceso a ella.
9) Respetar el tiempo de sueño necesario
Leer requiere atención. Para ello, hay una receta mágica: ¡el sueño! El niño necesita pasar una buena noche para enfrentarse a la jornada escolar. Hay muchos docentes que se desesperan al oír a sus alumnos hablar de un programa de la tele que se emitía la víspera a las 22 horas. Son alumnos que se quedan dormidos con el dedo sobre la línea del texto antes del recreo de media mañana.
¿Hay cole mañana? Entonces, a dormir temprano y siempre a la misma hora. ¿Le cuesta dormirse? Una casa en calma y un buen libro resolverán enseguida el problema.
10) Qué hacer si crees que hay un problema
Aprender a leer exige tiempo. No hay que confundir una dificultad pasajera con un problema real de lectura como la dislexia, que por regla general no se puede diagnosticar antes de tercero de Primaria. Ante cualquier duda, lo primero es revisar la vista y el oído del niño. Luego, pide cita con su docente que ya conoce bien a tu hijo y podrá ayudarte.