La revista Caracola te invita a escuchar este entretenido podcast para niños sobre el otoño. Descubriremos por qué los árboles se quedan sin hojas en otoño.
Cuando comienzan a caer las hojas de los árboles, sabemos que el otoño está aquí. ¡Hay hojas por todas partes! Están en las calles, en los prados, en el bosque… Los jardineros tienen mucho trabajo.
Pero, ¿por qué los árboles quedan desnudos cuando llega el frío? Pues, en realidad, es el propio árbol el que decide deshacerse de ellas: así se prepara para poder sobrevivir al frío del invierno que está a punto de llegar.
En primavera y en verano, con el aire, la luz del sol y el agua, el árbol fabrica la savia, que es el alimento que necesita para vivir. La savia circula por el tronco, las ramas y las hojas y alimenta a todo el árbol.
Solo con la ayuda del sol las hojas se vuelven verdes. Y las hojas son verdes porque tienen un pigmento que se llama clorofila que les da ese brillante color y, absorbe la energía del sol y pone en marcha el proceso para alimentarse, que se llama fotosíntesis.
Pero, cuando llega el otoño, el sol brilla menos horas y da menos calor. Esto hace que el árbol no pueda producir suficiente savia. Por lo tanto, tiene menos alimento para sobrevivir. Y las hojas, incluso pueden ser peligrosas para él.
¿Por qué las hojas pueden ser peligrosas para los árboles?
El árbol fabrica su comida con la luz del sol, el aire y el agua de la tierra. Además, aunque no lo veamos a simple vista, el agua se evapora constantemente de las hojas de los árboles porque estos necesitan beber mucho. Para fabricar la savia, el árbol necesita la luz del sol, el aire y el agua que chupa de la tierra con las raíces.
Pero, en invierno, hay menos horas de luz y el agua que está en la tierra , se congela porque hace mucho frío. Entonces las raíces del árbol no la pueden absorber. Pero la naturaleza, que es muy sabia, actúa para solucionarlo.
¿Y qué hace? Pues en otoño, justo antes de que llegue el invierno, los árboles se desprenden de sus hojas porque, sin ellas, el árbol puede sobrevivir más tiempo, con menos alimento. En otoño, el árbol solo alimenta las partes más importantes: el tronco y las ramas.
Pero, antes, las hojas se vuelven amarillas, ¿verdad?
Sí, porque en otoño, cuando no hay suficiente luz solar, el color verde desaparece y otros colores se esparcen por la hoja. Así podemos ver hojas rojizas, amarillas, marrones…
Esas hojas descoloridas, se van secando y terminan cayendo al suelo.¡Pero las hojas caídas también son muy importantes! Hay muchos animales como gusanos, hormigas, caracoles, e incluso bacterias microscópicas, que se alimentan de ellas. Las trituran y las descomponen y, entonces, las hojas se convierten en abono para la tierra, que así tiene muchos nutrientes necesarios para que el árbol pueda volver a fabricar hojas al llegar la primavera.
¿Todos los árboles se quedan sin hojas en otoño?
¡No, no todos! Hay árboles de hoja perenne, como por ejemplo el pino. Estos árboles pueden resistir al frío del otoño y del invierno sin necesidad de tener que deshacerse de sus hojas. De hecho, estos árboles renuevan sus hojas constantemente: van fabricando hojas nuevas antes de que se caigan las viejas.
Ah, y una curiosidad… ¿sabes que los árboles más altos del mundo no pierden sus hojas en otoño? Son las secuoyas, unos árboles inmensos, ¡los árboles más altos de nuestro planeta! Las secuoyas no pierden sus hojas durante el otoño porque sus raíces son muy largas y penetran muy adentro en la tierra, allí donde siempre hay agua.
¿Te ha parecido interesante? Podrás leer muchas curiosidades, cada mes, en tu revista Caracola.